Interna en JXC: el debate sobre el búnker de Larreta y Bullrich, y cómo juega Macri

El primer paso fue mostrarse juntos en la derrota de Córdoba Capital, el segundo celebrar unidos la victoria de ayer en Chubut, pero el expresidente quiere más y busca juntar a ambos precandidatos presidenciales del PRO en la noche del 13 de agosto

 

 

Ayer los precandidatos presidenciales del PRO, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, se mostraron juntos para celebrar el triunfo de Chubut, fue el primer intento de mostrar unidad tras los fuertes cruces que vienen intercambiando de cara a las PASO. Si bien el día clave será el 13 de agosto, el líder Mauricio Macri busca un búnker conjunto para consolidar la unidad amarilla.

A menos de dos semanas para las elecciones primarias, Macri tiene como objetivo conformar un búnker conjunto en el que Larreta y Bullrich esperen los resultados en la noche definitoria del 13 de agosto, la propuesta está conversada con el larretismo. Según trascendió el candidato bonaerense de Larreta, Diego Santilli y el radical por la Ciudad Martín Lousteau estarían de acuerdo con unificar la recepción de los resultados, pero hay muchos dirigentes de ambos sectores que se resisten a estar junto a sus rivales esa noche. Es que no será tan fácil unirse después de tanto chicaneo e intercambio de agresiones, pero sino ¿Cómo gobernarán en unidad?

Hasta ahora, el equipo de campaña de Rodríguez Larreta tiene alquilado el histórico bunker de Costa Salguero, en el que el PRO ha celebrado varias victorias. Mientras que, Bullrich tiene  una reserva en el Palacio San Miguel para procesar los cómputos oficiales y festejar en caso de vencer a jefe de Gobierno porteño.

“Lo que ahora quiere Mauricio es levantarle la manos a los dos, al ganador y al perdedor, y quedar por encima de la interna que se le fue de las manos y en la que él participó para desgastarlo hasta último momento a Horacio”, dijeron fuentes del larretismo.

El primer triunfo compartido fue el del domingo en Chubut, un intento de aplacar el caliente cruce entre los presidenciales luego de que el alcalde porteño cuestionara la idea que propuso la exminsitra macrista de un “blindaje de dólares aportados por el FMI”  al señalar que eso “ya lo hizo De la Rúa”, y es que la precandidata usó hasta la misma denominación que utilizó el gobierno de la Alianza (del que Bullrich formó parte) en diciembre de 2000.

Patricia y Horacio ya habían aparecido juntos en el escenario donde Rodrigo de Loredo reconoció que había perdido las elecciones de Córdoba  Capital contra Daniel Passerini, un peronista del espacio de Juan Schiaretti. En aquel momento no hubo discurso de los presidenciables ante la derrota, pero sí hubo foto de unidad.

Un día después, el radical cordobés del movimiento Evolución, De Loredo, sorprendió al anunciar su respaldo a la candidatura de Rodríguez Larreta a pesar de su buena relación con Macri. De inmediato, le respondió el presidente de la UCR bonaerense, Maximiliano Abad, quien es candidato a senador por el sector de Patricia Bullrich y que promovió un documento del radicalismo provincial en apoyo explícito a la candidata.

Ayer la foto conjunta se repitió, pero con una victoria. Bullrich y Rodríguez Larreta volaron temprano a Chubut para compartir el triunfo de Nacho Torres, el candidato a gobernador al que apoyaron ambos. Cada uno hizo un discurso breve después de las palabras del candidato a gobernador.

Primero Rodríguez Larreta y después Bullrich. Los dos remarcaron el valor de la unidad, pero se vivieron un momento tenso cuando los seguidores de Torres vocearon “se siente Patricia presidente”.

Ante la risa incómoda de Larreta, la precandidata tuvo que aclarar: “El 13  discutimos y veremos quién gana, pero hoy vamos por el camino de la unidad”, los frenó la expresidenta del PRO.

En sus veinte años de existencia, el PRO nunca tuvo búnkers separados para recibir los resultados de una elección interna y las dudas sobre cómo podría gobernar la coalición de Juntos por el Cambio sin unidad impactan negativamente en la elección.

Por lo que, con la bajada de línea del expresidente, ambos candidatos apuestan en estas dos últimas semanas mantener la calma y mostrarse unidos. Habrá que ver cuánto dura y si logran no cruzarse hasta la noche clave del 13 de agosto.

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